domingo, 22 de marzo de 2015

EL SANTO DEL 22 DE MARZO

San Nicolás Owen



Hoy celebran su onomástica quienes tengan por santo a:
San Pablo de Narbona, San Calínico y Santa Basilis, San Basilio de Ancira,  Santa Lea y San Nicolás Owen, religioso y mártir
Destacamos a:
San Nicolás Owen
Nicolás Owen, que hemos de situarlo entre mediafos del siglo XVI y comienzos del XVII. Posiblemente nadie contribuyó más a conservar la religión católica en Inglaterra durante la época de persecución, que un humilde artesano.
Durante el reinado de Jaime I, salvó la vida de muchos sacerdotes gracias a su extraordinaria habilidad para encontrarles escondites. Nada se sabe de sus antecedentes o su infancia, pero se cree que había  sido constructor. Era conocido familiarmente como «pequeño Juan» y «pequeño Miguel», dado que era muy bajo de estatura.

Con destreza incomparable, sabía cómo encontrar lugares seguros para los sacerdotes perseguidos, en pasajes subterráneos, entre paredes y en lugares recónditos. Pero no se conformaba con descubrir el escondite, sino que se las ingeniaba para disimularlo tan bien, que nadie habría podido hallarlo. Con su habilidad de albañil, cambiaba de sitio las entradas o las hacía aparecer como algo muy diferente a lo que eran. Él solo trabajaba en esas complicadas obras, perforando gruesos muros, excavando profundos fosos, en una tarea que requería brazos más fuertes que los de un cuerpo tan diminuto, que le valiera el apodo de «pequeño Juan». Además, sabía guardar el secreto y jamás descubrió a nadie alguno de sus escondites. También tenía habilidad para sacr de prisión a católicos que estaban encarcelados.

La compañía de Jesús lo admitió como religioso en torno al año 1580. Él fue encarcelado  muriendo en prisión.
Una lástima, fue hábil para excarcelar a otros, pero él mismo no pudo escapar. Se cumple el efrán que dice, “en casa de herrero, cuchara de palo”...

Por cierto, hablando de cárceles y ahora que te dedicas también al mundo de la grafología....¿sabes lo que decía el Cardenal Richelieu:

“Dadme dos líneas escritas a puño y letra por el hombre más honrado, y encontraré en ellas motivo para hacerlo encarcelar.”