EL FUEGO DESDE ESTAS CENIZAS
Un maestro zen le dijo a su discípulo:
- Ve a ver si hay brasas encendidas entre las
cenizas de la hoguera.
El discípulo desganado, viendo que la hoguera ya se
habia apagado hacia tiempo, mirando por encima y apenas rebuscando entre los
restos dijo:
- No maestro, ya no queda nada. Esta todo apagado.
El maestro muy anciano, entonces, se arrodillo
lentamente delante de esas cenizas y comenzó a buscar con sus dedos. Buscando y
buscando de repente dijo:
- Mira! aqui está.
Habia encontrado una pequeña brasa casi apagada.
Muy diminuta. Sujetándola con cuidado, cogió un poco de hierba seca la puso
encima e inició una serie de delicados soplidos.
La pequeña brasa empezó a centellear tímidamente e
intermitentemente con cada soplo de aire del maestro.
Hasta que de pronto para sorpresa del discípulo, esa insignificante brasa
brilló con fuerza haciendo arder la hierba y convirtiéndose de nuevo en un gran
fuego.
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