SAN ILDEFONSO
© ONDA CERO. El
Santoral de Genestal
San Juan el Limosnero
Hoy celebran su
onomástica quienes tengan por santo a:
San Ildefonso, Santa
Emerenciana y San Juan el Limosnero
Destacamos a:
San Juan, el
Limosnero
Fue obispo de
Alejandría allá por finales del siglo VI y comienzos del VII. Dicen que
fundó setenta iglesias y dos monasterios, y se le atribuye una caridad
incansable, haciendo que se volviera a dar limosna a un mendigo insistente que
en el curso del mismo día reiteraba sus peticiones. "¿Quién nos dice que
no es Jesucristo que trata de poner a prueba nuestra generosidad o de averiguar
quién se cansa antes, si Él de pedir o nosotros de dar? Por si acaso, socórrele"
- mandaba a su mayordomo-. Si dar a pordioseros, como su nombre indica, es dar
a Dios, debería parecer una oportunidad de oro.
Esta era la norma del
santo. A ver quién se cansa antes, si unos de pedir u otros de dar, si unos de
ofender u otros de perdonar, si unos de hacer el mal u otros de devolver el
bien.
La verdad es que la
terquedad, así entendida, es muy humana...
Como todos...este
hombre murió. Y ¿a que no sabes a quién dejó su herencia?
Como no podía ser de
otro modo la dejó a los pobres.
¿Y cuánta herencia
dejaría?
El tercio de un céntimo.
No disponía de más el buen hombre.
Con vidas así no hay
primas de riesgo ni agencias de calificación ni nada de nada. Sólo absoluta
generosidad.
Desde luego no le
pasaba a este hombre lo que con mucha razón decía Bacon:
“Quien se
propone ser caritativo después de muerto es, mirándolo bien, generoso con los
bienes de los demás, no con los propios.”
Bonita vida la de S. Juan el limosnero. Pedir para dar.
ResponderEliminarCuentan que una vez fue un pobre a pedir limosna a una casa que tenía dos puertas, una puerta daba a una calle y la otra puerta a otra calle. Llamó a la primera puerta y la señora de la casa le dio una limosna, después llamó a la otra puerta y la señora le dijo:
Señor es la misma casa, y el pobre le respondió; y yo el mismo pobre, no piense usted que desde esa puerta a esta me he vuelto rico.
Creo que también decía este Santo: “ propónte fallar por el lado de la caridad y no por el de la dureza de corazón, al decidir si das o no una ayuda o una limosna “