En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
- «Cuando venga en su gloria el Hijo del hombre, y todos los ángeles con él, se sentará en el trono de su gloria, y serán reunidas ante él todas las naciones.
Él separará a unos de otros, como un pastor separa las ovejas, de las cabras.
Y pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda.
Entonces dirá el rey a los de su derecha:
"Venid vosotros, benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo.
Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme."
Entonces los justos le contestarán:
"Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos de beber?; ¿cuándo te vimos forastero y te hospedamos, desnudo y te vestimos?; ¿cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?"
Y el rey les dirá:
"Os aseguro que cada vez que lo hicisteis con uno de éstos, mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis."
Y entonces dirá a los de su izquierda:
"Apartaos de mí, malditos, id al fue o eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre y no me disteis de comer, tuve sed y no me disteis de beber, fui forastero y no me hospedasteis, estuve desnudo y no me vestisteis, enfermo y en la cárcel y no me visitasteis."
Entonces también éstos contestarán:
"Señor, ¿cuándo te vimos con hambre o con sed, o forastero o desnudo, o enfermo o en la cárcel, y no te asistimos?"
Y él replicará:
"Os aseguro que cada vez que no lo hicisteis con uno de éstos, los humildes, tampoco lo hicisteis conmigo."
Y éstos irán al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.»
- «Cuando venga en su gloria el Hijo del hombre, y todos los ángeles con él, se sentará en el trono de su gloria, y serán reunidas ante él todas las naciones.
Él separará a unos de otros, como un pastor separa las ovejas, de las cabras.
Y pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda.
Entonces dirá el rey a los de su derecha:
"Venid vosotros, benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo.
Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme."
Entonces los justos le contestarán:
"Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos de beber?; ¿cuándo te vimos forastero y te hospedamos, desnudo y te vestimos?; ¿cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?"
Y el rey les dirá:
"Os aseguro que cada vez que lo hicisteis con uno de éstos, mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis."
Y entonces dirá a los de su izquierda:
"Apartaos de mí, malditos, id al fue o eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre y no me disteis de comer, tuve sed y no me disteis de beber, fui forastero y no me hospedasteis, estuve desnudo y no me vestisteis, enfermo y en la cárcel y no me visitasteis."
Entonces también éstos contestarán:
"Señor, ¿cuándo te vimos con hambre o con sed, o forastero o desnudo, o enfermo o en la cárcel, y no te asistimos?"
Y él replicará:
"Os aseguro que cada vez que no lo hicisteis con uno de éstos, los humildes, tampoco lo hicisteis conmigo."
Y éstos irán al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.»
Mateo 25, 31-46
COMENTARIO
….¿tanto para eso? ¿Tantos años de sumas
teológicas, de universidades cristianas, de diálogos entre religiones; tanta
sofisticación en la búsqueda de una necesaria eficacia en el gobierno de la
iglesia; tanta cultura, arte, clase de religión; tanto, tanto, tanto, sólo para
decir que al final nos lo jugamos todo en un vaso de agua fresca, un bocata, un
jersey o el regalo de unos ratos de agradable compañía? ¿Pero será posible que
la religión sea sólo eso?
Yo no se si les gusta el fútbol. Ya se que es un
mezquino juego que con la colaboración de muchos permite el enriquecimiento de
unos pocos…. Vamos... poco más o menos que lo que estamos criticando todos los
días. Pero bueno, se trata del fútbol. A lo que iba… Hay algo que, como juego,
dignifica al fútbol. Y es la regla del “fuera de juego”. Me parece genial. En
el fondo se trata de que para ganar “tienes” que jugar bien pero “tienen” que
dejarte jugar. Cabe la posibilidad de que corras más que nadie, llegues el
primero, introduzcas el balón en la portería, pero un colega con una banderita
levantada te avise de que nada valió, porque quien iba a ser tu víctima, se
convirtió en tu juez. Hasta para ganar tienes que ser “solidario”–aprendemos
del fútbol-.
Perdonen la digresión, pero tiene mucho que ver con
el evangelio de hoy. Se trata de que tu no puedes salvarte… otro te salva. En
el evangelio de hoy te salva el hambriento, el sediento, el desnudo, el
forastero, el preso. Asi de paradójico. Este texto da la vuelta radicalmente a
la ética y a la teología judía. A los que el judaísmo declaraba impuros se
convierten para Jesús en los que hacen pura tu vida. Los excluidos del sistema
son los únicos que te pueden “incluir en el sistema”: "Os aseguro que cada vez que no lo hicisteis con uno de éstos, los
humildes, tampoco lo hicisteis conmigo."
Y éstos irán al castigo eterno, y
los justos a la vida eterna.»
Asombroso…
¿pero cómo es esto posible? –se preguntaban los hombres y mujeres de religión del momento-. Por eso
aniquilaron a Jesús en el madero de la cruz, porque un Dios tan venido a menos
no era digno de ser llamado Rey.
¿Entonces
qué hacemos? Son las siete de la mañana del sábado y no se muy bien cómo seguir
la verdad. Se me pasa por la cabeza pensar que gastamos mucho tiempo (aunque
quizás debería hablar en primera persona del singular) en justificar la
racionalidad de la fe, en justificar la búsqueda de maneras más participativas
en la organización de la Iglesia, en quejarnos de cómo la religión católica
permanece anquilosada en visiones de la realidad que la sociedad más o menos ha
superado, en …. Pienso en todo esto en este momento y siento que el evangelio
de hoy me ha dejado fuera de juego… ¿qué piensas tu?...
Porque
al final la propuesta de Jesús invita a afinar nuestros elementales sentidos:
el sentido del gusto, para aprender a no engullir la comida vorazmente sino a
compartirla con delicadeza con quien la necesita; el sentido del oído, para
acertar a entender los lenguajes de los forasteros del siglo XXI, de las
“afueras de dios” –que diría Antonia Gala- y prestar mis oídos a maneras de
pensar, de ser y de vivir que no comparto pero que están ahí; el sentido del
tacto, para no dictar recetas externas y vaciadas de ternura y calor a quienes
sufren innumerables e innombrables faltas de libertad y se encuentran presos de
la vida; el sentido del olfato, para detectar el olor a sufrimiento detrás de
tanta cosmética obligada postmoderna que casi nos obliga a disimular nuestras
amarguras; el sentido de la vista, que me permite ver más allá de las apariencias
de fuerza y seguridad con la que nos revestimos las personas la desnudez de
nuestro “yo” a veces tan líquido y tan débil; y…. el sentido común…. el sentido
común para poder pensar que… de momento… no sentimos más vida que la que cada
mañana nos acoge y, o nos encargamos de hacerla agradable a los demás, o nos veremos
“fuera de juego” de esta historia pensando que vamos los primeros a la otra
vida.
Otro comentario sobre el Juicio a las naciones, podéis leerlo aquí.Y también pulsando en este punto rojo de más abajo.

Lo sencillo,lo aprentementa facil,lo que esta hay a "la mano" esa es la RESPUESTA,no tenemos porque irnos a lo complicado.o buscar cosas donde no hay, tan sencillo como ayudar a aquellos q te rodean,da igual de q religión sean,o el color de su piel, o su "casta", lo realmente importante es hacer el bien,y creanme q todos sabemos q es lo q esta bien, alli x donde nos movemos . Y sobre todo hacerlo de corazón , hacerlo por el hecho de uerer ayudar de verdad,por hacer de este nuestro mundo un lugar mejor, y no por el mero hecho de reservarnos un lugaren el cielo,porque Dios es sabio y sabra juzgar "sabiamennte."
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