EVANGELIO
En aquel tiempo, se presentaron los fariseos y se
pusieron discutir con Jesús; para
ponerlo a prueba, le pidieron un signo del cielo.
Jesús dio un profundo suspiro y dijo:
«¿Por qué esta generación reclama un signo? Os
aseguro que no se le dará un signo
a esta generación»
Los dejó, se embarcó de nuevo y se fue a la otra
orilla
Marcos 8, 11-13
COMENTARIO
El evangelio de Marcos está preocupado por presentar a
Jesús como el «hijo del hombre» y no como un Mesías triunfal. Frente a las
ideas judías de un Mesías que vendría a imponer su ley, Marcos quiere presentar
a un Jesús sencillo y solidario con los humildes del pueblo.
Por este motivo Marcos no denomina a las actuaciones de
Jesús «milagros», entendidos como gestos asombrosos y sobrenaturales. Los
milagros son nombrados como «signos» que informan a las gentes del pueblo de la
gran noticia de su liberación.
Los fariseos tienen otra mentalidad: Ellos esperan un
Mesías al estilo del judaísmo: sabio en sus respuestas, prodigioso en sus
milagros, inflexible con los pobres e ignorantes del pueblo...
La idea de Reino de Dios y de Mesías estaban muy
presentes en tiempos de Jesús. Jesús conocía las ideas apocalípticas: «Dios
asumirá el poder real después de castigar a la potencias extranjeras. Dios
vencerá a los enemigos del Pueblo de Israel y reinará desde la nueva Jerusalén.
Yahvé será rey de todo el mundo...»
Todo esto ocurriría tras una serie de signos
espectaculares en el cielo y en la tierra. Los judíos de tiempos de Jesús
esperaban un Mesías poderoso y triunfal... Jesús sabe que el proyecto del Reino
de Dios no debe fundamentarse en el poder ni en los portentos extraordinarios.
Para que el Reino llegue a su máxima expresión es necesario que se geste en la
sencillez, en lo ordinario de la vida y en el anonimato.
Jesús rechaza el poder y la dominación como formas de
actuar. Prefiere la misericordia y el amor. El Reino de Dios no puede estar
hecho a medida de los grandes de esta tierra y de esta historia. El Reino de
Dios siempre tiene que estar al servicio de los pequeños, de los que no tienen
poder, de los que no tienen autoridad ni voz en este mundo convulsionado.
Jesús rompe con una historia de las religiones en la que
Dios siempre actuaba a través del rey y los grandes sacerdotes. Jesús se atreve
a dar el vuelco más grande que ningún reformador ha dado en la historia
de las religiones. Ser creyente, tiene mucho que ver con la
sencillez y la atención a los últimos...
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