jueves, 2 de marzo de 2000

JUEVES DESPUES DE CENIZA. EL EVANGELIO DEL 2 DE MARZO

EVANGELIO
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, ser desechado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar al tercer día.» 
Y, dirigiéndose a todos, dijo: «El que quiera seguirme, que se niegue a sí mismo, cargue con su cruz cada día y se venga conmigo. Pues el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa la salvará. ¿De qué le sirve a uno ganar el mundo entero si se pierde o se perjudica a sí mismo?»

Lucas   9, 22-25

TIEMPO DE CANTO SILENTE

Convertirse es elegir no ser el centro;
ser el centro es olvidarse del otro;
la sanción comienza con el olvido de sí mismo y recuperando la memoria de la gratuidad que eres.

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